lunes, 1 de octubre de 2012

¿Por qué desconfío de los códigos QR?

  El código QR es un código de respuesta rápida que sirve para acceder a un sitio web tras haberlo escaneado con nuestra webcam, tableta, teléfono inteligente, videoconsola, etc.

  Esto presenta varias ventajas, como poder disponer de una cantidad de información en un espacio físico reducido (ya que la información es digital), es mucho más cómodo que escribir una url completa y, aplicado a la vida cotidiana, es uno de los elementos fundamentales de la "realidad aumentada". Sin embargo, podemos observar varios inconvenientes que deberíamos tener en cuenta.

  A nivel de seguridad no podemos identificar a qué sitio on-line nos lleva este código, por lo que quizás la web a la que está enlazado contenga algún tipo de malware que podamos ejecutar (de manera inconsciente) en nuestro terminal. Evidentemente esto se soluciona utilizando esta herramienta de manera responsable (saber para qué sirve el código que vamos a utilizar, entrando en sitios web de confianza...). Pero seamos sensatos, en la actualidad no todas las personas utilizan Internet de una manera responsable.

  Es cierto que cada vez más usuarios se preocupan por su seguridad y por su privacidad, pero aún hay muchos (sobre todo jóvenes) que no son capaces de apreciar la otra cara que nos puede presentar Internet. Por lo tanto, un código QR en la calle es un elemento llamativo (y más ahora por la novedad) que genera curiosidad por saber que contiene dentro. El efecto "psicológico" que causa al individuo es similar a algunos concursos de la televisión cuando ofrecen un premio o una caja sorpresa con un interrogante pintado; en este caso el código QR es la caja.

  A nivel social nos presenta un cambio que vería como una "evolución natural" si no lo contextualizamos con la realidad actual de España, ya que, esta "evolución" tecnológica está también quitando algunos puestos de trabajo que podrían ocupar parados que tampoco tienen una opción viable para continuar con su formación y así acceder a otros puestos de trabajo. Incluso, debemos destacar que no todo el mundo dispone de este tipo de dispositivos para leer los códigos, por lo que se nos presenta cierto grado de desigualdad social.

 Contraponiéndose a las desventajas, la realidad aumentada el ámbito educativo sí puede ser una herramienta muchísimo más útil ya que nos permite observar reproducciones en "tres dimensiones"[1] del objeto o elemento que queramos, e incluso podemos hacer que interaccionen entre dos o más de ellos. Cabe destacar que esta posibilidad nos sería muy útil para hacer las explicaciones de una forma más visual o, en el caso de disponer de varios dispositivos móviles, dividir la clase en grupos y hacer un juego de "Busca y Encuentra" utilizando distintos códigos QR que representen elementos dentro o fuera del aula (es decir, una dinámica similar a una gymkana pero de manera virtual).

  En definitiva, creo que el código QR presenta bastantes ventajas que no pueden ser aprovechadas porque no estamos preparados para el cambio que este elemento nos supone a nivel social por los distintos factores que lo rodean (tanto la adquisición de las herramientas como el uso responsable de las mismas). Sin embargo sí que podemos encontrar utilidad pedagógica, ya sea por su atractivo o bien por sus características.



[1]
Está entrecomillado porque en realidad sólo es una reproducción virtual de manera tridimensional, es decir, no puedes tocar el objeto, sólo puedes verlo a través de una pantalla.

No hay comentarios:

Publicar un comentario